Historia de viejos Trips: Indio Solari y el vino patero de Berisso
(Año I pandemia)
Por Luís Sayavedra y Crónico
El 2004 fue un año bisagra para la actividad viñatera de Berisso. Luego de un viaje a San Juan, donde conocieron de primera mano la experiencia de una Cooperativa de semillas, los productores berissenses volvieron con la firme propuesta de dar un paso más en la reactivación de la producción que había comenzado unos años antes, cuando se embarcaron en la ardua tarea de recuperar una actividad que estaba al borde de su desaparición.
Unos meses más tarde, un domingo de julio de 2004, nacía la primera edición de la fiesta del Vino de la Costa. La convocatoria superó las expectativas de los organizadores con más de diez mil visitantes que dejaron sin una sola botella de vino a los productores.
Ese mismo año, el artista popular, "la estampita" de Los redondos, Indio Solari daba inicio a su carrera solista. Con nueva banda "Los Fundamentalistas del Aire Acondicionado", Indio sacaba a las calles "El Tesoro de Los Inocentes". "El Artista Invitado", como aparece en los créditos del CD, rompía con el año sabático autoimpuesto por el triunvirato de "Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota", que ya llevaba casi un lustro.
"Soy "el monsieur", un héroe en Berisso", así comienza Mi caramel machiato el sexto tema del disco debut "El Tesoro de los Inocentes (Bingo Fuel)". Una letra que recordaba las antiguas aventuras por la Isla Paulino, "Ya me compré un Patero de la Costa...Allá en la Isla Paulino, dulzón" dice la estrofa que menciona al producto característico del Delta berrisense.
Carlos Alberto Solari nació el 17 de enero de 1949, en Paraná, Entre Ríos. Sin embargo, a temprana edad se mudó a la ciudad de las diagonales. En la década del ´70 y con la Dictadura Cívico Militar de Videla, Massera y Agosti "reoganizando" al país con una matanza y persecución atroz, Carlitos se formaba en la contracultura de la ciudad de La Plata, tocaba la guitarra en fogones lisérgicos de la bohemia platense y daba sus primeros pasos como actor y director de cine, artista plástico y escritor.
Con ese telón de miedo, represión y silencio los jóvenes encontraban en los sótanos subterráneos un lugar para discutir, crear y compartir ideas que podían ser muy peligrosas si llegaban a los oídos de los exterminadores.
En su extensa trayectoria, tuvo entre sus inspiraciones las historias de las orillasde los márgenes, enmarcadas dentro de la cultura popular. Canciones del estilo de "El Pibe de los astilleros" o "Pabellón Séptimo (Relato de Horacio)" son crónicas urbanas con música rock de fondo.
No es casualidad entonces que Indio haya posado su mirada literaria en el vino de la Costa de Berisso.
Solari había probado de sus encantos en aquellas escapadas a ese "lugar neutral" de la Isla Paulino. Traza algunas pistas más de su relación con el vino en su libro de memorias "Recuerdos que mienten un poco". Allí, en un capitulo relata una de sus escapadas a la Isla en los años 70. "Cuando la cosa se ponía brava mi amigo Alejandro me llevaba a la isla Paulino. Era un lugar que vivían cuatro familias, que hacían vino patero. Yo iba, ponía la carpa al lado de lo de Romagnoli, que me daba una damajuana. A veces subían las aguas y te quedabas varado, esperando la bajante" son los recuerdos que el Indio plasmó de su travesía por el Delta de nuestra ciudad.
Durante su carrera supo crear canciones que conmovieron a más de tres generaciones de argentinos y argentinas. Sus frases se convirtieron en banderas, sus melodías se metieron en la piel de sus seguidores y son cantadas por centenares de miles de personas que concurren a cada uno de los conciertos que realiza lo largo y ancho del país
El artista, la piel sensible de la sociedad; la Isla Paulina y su vino; en fin la cultura popular de Berisso.
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